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M.E.P. Educador, Escritor, Shéliaj Tzibur. Nació en Argentina y reside en Efrat. https://www.facebook.com/petasnymatias/

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8 ene 2017

10 de Tevet en Armon Hanatziv

El domingo 1 de Enero comenzó el 2017 y fue la última noche de Janucá, después de una semana de vacaciones donde mi hijo mayor estuvo en casa a mi cuidado y gracias a todos los trabajos académicos acumulados, no tuve tiempo de leer diarios sobre el nuevo año civil. Pase la noche leyendo para escribir una clase, el lunes estuve un poco zombi y el martes aprobé la clase preparada. Ese mismo martes 3, en Alon Shvut, estuve conversando con un ex compañero de clase que si bien se recibió, sigue asistiendo como oyente cuando tiene tiempo. Le pregunté por sus hijos, como es un poco mayor incluso si tiene nietos, me dijo que su primogénito se encuentra en el ejército y aún no es abuelo. Los días pasaron, retorne al trabajo, los chicos al jardín, mi señora tomó un grupo nuevo a su cuidado y así llegamos al viernes 6. Como ambos trabajamos, nos levantamos temprano y juntos limpiamos y cocinamos. (Escribo juntos, pero todos saben quien realizó el mayor trabajo).


Shabat, no escribo, juego con mis niños, leemos cuentos y como el invierno es fuerte, no salimos de la casa. Todos los viernes, la maestra jardinera de mi hijo mayor le permite tomar un libro de la biblioteca del jardín, después de escucharlo, tiene que devolverlo la semana siguiente. El título del primer libro del año 2017 es “לב טהור” (Corazón Puro) una compilación de cuatro historias de los Sabios חז”ל, en memoria de Adele Biton אדל ביטון הי”ד una niña que falleció a los cuatro añitos, dos años después de operaciones, tratamientos e intentos de salvarla tras el atentado en el que arrojaron piedras a su auto el 2013. Al principio no me pareció adecuado exponer a un niño de cuatro años a un libro en honor a una nena de la misma edad que perdió su vida en un atentado, los cuentos están ilustrados y llenos de vida, antes de cada historia hay una referencia a la pequeña Adele, no solo que es un libro educativo sino que también permite abrir el corazón y vivir en las enseñanzas tan puras como la bebita.


Todo shabat pensé en que pasó tiempo desde la última vez que escribí y compartí ideas, después de haber leído el Diario Besheva, pensé en recolectar información sobre las bolsas de supermercado, desde principio de Enero, cuestan 10 centavos de shekel (agorot) por unidad. Nos fuimos a dormir, después de observar una película, terminó mi tiempo libre y no escribí nada.


Domingo 8 de Enero, un día normal, me levante a preparar el desayuno y la vianda para mi hijo, mi señora se ocupó de amamantar a la bebé y dejar lista la ropa para cambiar a los chicos antes de salir a trabajar. (deben saber que no se elegir ropa, cualquier elección mía nunca combina) pero como es 10 de Tevet, madrugue cuatro y media de la mañana para comer antes del ayuno por eso al dejar a los nenes tuve que volver a la casa a recoger la leche que me había olvidado para mi pequeña. 8 am comencé a caminar libre del rol de padre y con el cargo de estudiante. No tengo auto, viajo a dedo, varios residentes de Efrat y alrededores utilizan el servicio de Trempim. Los soldados se acumulan para regresar a la base, mucho tráfico, un congestionamiento de autos que si hubiese ido caminando a Alon Shvut seguramente llegaba, cansado, más rápido.


Herzog, solo tres clases por ser día de ayuno, la hora de filosofía era la última y a pesar el aburrimiento, venía bien…


Un compañero de clase anunció que hubo un atentado en Jerusalem, un vehículo atropelló personas. Hablábamos de vida y muerte, tal vez podríamos haber filosofado en el tema pero el profesor siguió con su lectura. Regreso a Efrat, en el auto de otro estudiante, escuchamos de otro atentado que resultó ser un accidente, mensajes de Whatsapp y radio, 8 muertos…soldados.


Llame a amigos y familiares, a la central de seguridad de Gush Etzion, fui a casa y con mi mujer a buscar a los chicos. Comprando algunas provisiones escuche en la radio del mercado de barrio a un civil que disparó todo un cargador contra el camión preguntar por qué los soldados armados no utilizaron sus m16. Algunos justifican la no reacción militar por miedo a lo que un juez dirá después de haber condenado, luego de varios meses de juicio, a Elor Azaria por disparar a un terrorista en Jebron.


Horas más tarde, se hicieron públicos los nombres de los soldados que perdieron su vida en el día de recordación general a quienes perecieron ante las manos de los nazis y no se sabe en que fecha se debe recordarles. La mayor tenía 22 años, y los tres oficiales menores solo 20. A Erez Urbaj, egresado de una Ieshiva de Efrat, no lo conocí al igual que al resto de los asesinados, pero si conozco a su padre al que le quedó el dolor de no tener un hijo primogénito que le de nietos.


Los soldados fueron al mirador a observar Jerusalem, a aprender en la capital de Israel y algunos terminaron en el hospital o perdieron su vida porque existe un enemigo, el terrorismo, encarnado en un chofer de 28 años, que no quiere que un judío, un israelí, pueda estar en su propio país en paz.